Entrénense a sí mismos en la idea de lirio, que florece en el barro y debe quedar comprometido con la lucha por la existencia día tras día, manteniéndose erguido, resistiendo, haciendo frente a los embates del agua fangosa y las tormentas, y a pesar de ello no olvida a la Luna que está arriba.
Él mantiene vivo su amor por la Luna constantemente. Sin embargo, parece una flor totalmente común. No hay nada de extraordinario en ella. Aun así, esta flor sumamente ordinaria posee un lazo romántico con la enorme Luna.
De manera similar, ustedes pueden ser criaturas comunes, pueden pasar sus días en el ir y venir de su existencia mundana; pero, aun así, no olviden al Supremo.
Mantengan todos sus deseos dirigidos hacia Él. Estén siempre inmersos en Su pensamiento. Profundicen en ese Amor Infinito
Colección «Subha’s’ita Sam’graha», Tomo III, 76